Las torres de refrigeración de circuito abierto son torres de evaporación explotan un principio físico simple y natural. La evaporación forzada de una cantidad mínima de agua reduce la temperatura de la masa de agua principal. Por lo tanto, las torres de refrigeración representan el sistema de enfriamiento más empleado en aplicaciones civiles e industriales en la actualidad.
La temperatura del bulbo húmedo en el área de instalación es la temperatura mínima de salida que se puede obtener teóricamente de una torre de enfriamiento. Además, a menos que el aire esté saturado, este valor es siempre más bajo que la temperatura del bulbo seco. Una torre de enfriamiento logra prácticamente enfriar el agua en circulación hasta una temperatura de 2-3 °C por encima de la temperatura del bulbo húmedo. Esto se debe a los efectos de los factores de rendimiento relacionados con la saturación del aire.
Sobre esta base, muchos diseñadores y fabricantes de equipos planean usar el agua de la torre de refrigeración mientras dimensionan los circuitos de enfriamiento y los intercambiadores de calor. De esta forma garantizan una óptima eficiencia de la planta desde la primera etapa de diseño.
Por otra parte, las torres de refrigeración de circuito cerrado, en lugar del relleno para la trasferencia de temperatura, encontraremos un serpentín. El fluido a refrigerar fluye en el interior del serpentín. Además, un circuito anexo equipado con una bomba se encarga de recoger el agua de la piscina, para llevarla hasta la parte superior de la torre donde vuelve a precipitarse sobre el serpentín enfriándolo por humectación.
En las torres de refrigeración cerradas el fluido a refrigerar no entra en contacto con el aire por lo que se evita cualquier riesgo de su contaminación.