TORRAVAL acaba de fabricar y hacer entrega de una torre de refrigeración de circuito cerrado para un buen cliente del sector automoción.
En concreto se trata de la sustitución de una torre de chapa por una torre Torraval de poliéster reforzado con fibra de vidrio, la cual tiene una mayor durabilidad y vida útil..
La torre, modelo MCC, va equipada con paredes laterales totalmente desmontables para poder acceder tanto al serpentín como a las partes internas; de este modo se facilita y simplifica el mantenimiento de dichos internos de la torre de refrigeración.
El principio de funcionamiento es sencillo; el fluido a enfriar circula por el interior de los tubos que conforman el serpentin del intercambiador de calor, ubicado en el interior de la torre de refrigeración. El serpentín se humedece continuamente con agua de la piscina de la torre, la cual se impulsa al sistema de pulverización mediante una bomba instalada en la torre.
Una vez alcanzado el enfriamiento del fluído, gracias a los efectos combinados de la evaporación de una pequeña parte del agua pulverizada y de la turbulencia creada en el interior de los tubos, puede ser devuelto al equipo del cliente.
TORRAVAL cuenta, a lo largo de su historia, con un amplio bagaje de proyectos de refrigeración en circuito cerrado, apostando firmemente por la calidad, y ofreciendo a sus clientes todo tipo de soluciones, empleando los productos más innovadores y eficaces para lograr el máximo rendimiento y el consumo energético más bajo.